top of page
Buscar

Un Yerbatero con poncho y sombrero

  • orientandotemedio
  • 6 abr 2021
  • 3 Min. de lectura

“Hay gente que me pregunta: Señor, ¿usted trabaja la brujería? Y yo contesto: No, ¡no, señor! Esto no tiene nada que ver con eso. Yo soy un yerbatero y lo que hago es hacer el bien a las personas, a quien lo necesita. No estoy para hacerle mal a nadie”, dice Jesús Antonio, yerbatero de Rionegro.


ree

Cuando era pequeño, Jesús Antonio Londoño Toro observaba a su abuelo Ángel María Toro, mientras ejercía la labor de Yerbatero, en su pueblo natal antioqueño, Argelia. Fue así como tiempo después se interesó en ayudar a las personas, tal como lo hacía su pariente. De esta manera, comenzó a estudiar los beneficios de las plantas y a vender en su triciclo, al menos 100 especies de las principales que se usan para curar enfermedades.

Jesús, más conocido como “Chucho”, creció en Argelia de María y luego se fue a vivir a los Llanos Orientales. Allí conoció a la que fue su primera esposa y tuvo tres hijos; Mariana, Beatriz y Luis Fernando. Sin embargo, su matrimonio fue corto y, aunque sabía que extrañaría a su familia, decidió irse vivir a Rionegro, Antioquia, para emprender los negocios que tanto anhelaba desde que era un niño. Es así, como hace 22 años vive en este territorio, de los cuales 18 han sido protagonizados por la pasión con que ejerce su rol de yerbatero, al tiempo que ofrece salud y bienestar a los habitantes del Altiplano.

Jesús Londoño sale todos los días a las 9 de la mañana, luego de armar y organizar el surtido del carro donde hospeda las más de 80 variedades que maneja para aliviar dolores y curar los males de las personas. Recorre todos los barrios de Rionegro y a la 1 de la tarde, máximo 2, regresa a su casa para almorzar con su esposa y para atender a quienes, con ansias de prosperidad, llegan pidiendo su ayuda y secretos medicinales. Eso sí, todo en el nombre de Dios. Tal y como dice Chucho en cada frase que pronuncia.


ree

“Aquí viene mucha gente, incluso desde Medellín. Hago tratamientos y curo males como el de la próstata. Yo curo ese mal en 10 días y 10 horas. Es decir, una hora diaria. Cada día le doy a la persona cuatro dosis cada 15 minutos de un remedio natural que yo preparo. Claro que yo no hago nada sin el nombre de Dios”, cuenta Jesús Antonio.

Jesús Londoño Toro vive en la calle ubicada frente a la tienda “Don Gerardo”, conocida por los pasteles de pollo que venden allí, junto a su pareja, y los tres hijos de ella. Además de una perrita llamada Tokio.

Aunque es un hombre que solo piensa en hacer bien a sus clientes, hay personas que se han acercado a él pidiendo trabajos de brujería. A lo que Londoño Toro responde que, si bien conoce las propiedades de cada mata y puede conseguir lo que el comprador desee, únicamente hace rezos curativos y alivia enfermedades.



ree

Jesús Antonio Londoño lee y repasa cada semana aquellos datos que necesita para instruir a las personas a la hora de vender cualquier producto. Se sabe los capítulos de su maravilloso libro y reconoce las partes que mejor información tienen para ejercer su labor.

—Jesús, usted tiene una responsabilidad muy grande.

— ¡Pero grande, le cuento! Esto no es así como si fuéramos a jugar catapiz. No, esto es de mucha responsabilidad, porque si uno hace un daño, se va para la cárcel. Por eso, para poder recomendar algo, tengo que estudiar.


Algunas de las variedades que Jesús Antonio vende en su casa y en su triciclo son: Matarratón para bajar la fiebre, jabón de tierra para quitar la caspa, Cañabrava para limpiar la sangre y quitar manchas de la piel, Cúrcuma para aliviar la hepatitis; Boldo, Acacia y Sen para limpiar el sistema digestivo.


ree

Según Jesús, el promedio de ventas por día es de 70.000 pesos, y tiene clientes en casi todos los sectores de Rionegro. No obstante, en el barrio Pietra Santa de San Antonio de Pereira tiene compradores infaltables. También, un médico que trabaja en el centro comercial Savanna Plaza compra y usa sus plantas para tratar algunos malestares.


ree

“¡¡Llegaron las plantas medicinales!! ¡¡Llevo el apio, llevo la yerbabuena, llevo la manzanilla y llevo el perejil!! ¡¡Llevo la menta, llevo el hinojo, llevo el tomillo, llevo el romero y llevo poleo, y llevo el aceite de caparrapi, para todos los dolores!!”


Por: Manuela López Osuna.




 
 
 

Comentarios


bottom of page