La historia de Martica; ser fuerte en el día a día
- orientandotemedio
- 6 abr 2022
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Por: Estefanía Ramírez Giraldo
Marta del Socorro Quintero Álzate vive en Rionegro, tiene 65 años, tuvo seis hijos Patricia, Óscar, Víctor, Mónica, Doralba y Gloria Edilma, pero de esos seis hijos actualmente solo tres de ellos están vivos porque todos se le han muerto, la mayoría de forma violenta. “¿Qué voy a tener un momento feliz después de que me mataron a mis hijos? Ya uno vive porque debe vivir, pero ya feliz no, resignada”, contaba “Martica” (así es como la conocen todos en su barrio).

Martica es de El Carmen de Viboral, pero lleva 60 años viviendo en Rionegro, en el barrio Quebrada Arriba
Martica se encontraba en el porvenir trabajando, Víctor siempre la esperaba en el muro que queda junto al Supermercado “Maná” (que está ubicado en la quebrada arriba) para que le diera dos mil pesos, pero ese día él no estaba. Su hija, Mónica le dijo: “mamá, Víctor no viene desde la 1 p.m.”. Los nervios la consumieron, su hijo sin falta estaba allí siempre. Después de ese día no volvió. Él siempre iba, conseguía su vicio y se lo fumaba en las escalas, así se la pasaba. El domingo se pusieron a buscarlo en las partes donde él más frecuentemente iba, preguntando a desconocidos, pero no lo hallaban…
Víctor Hugo García Quintero se perdió el 20 de junio del 2009 (día del padre) y desde ese día se reportó la desaparición por lo que se repartieron volantes. El jueves la llamó una señora (conocida de toda la vida) a decirle que, si lo quería encontrar, tenía que madrugar a las 5:30 a.m. a La Laja. Ella no lo pensó dos veces y aceptó ir. No demoraron nada para encontrarlo, lo hallaron boca arriba, debajo de unos árboles donde no le daba el sol ni le caía agua. Aún no estaba descompuesto, el cuerpo se vino a descomponer al día siguiente (viernes) que había mucho sol. Se enterró el 26 de junio, lo mataron con arma blanca y aún no se sabe quién fue. Murió de 32 años. Víctor no dejó hijos, él decía que no iba a poner a una mujer a sufrir. Fue ayudante de construcción.
A los siete años de lo sucedido con Víctor, fue hallado el cuerpo sin vida de Maria Patricia García Quintero con heridas producidas por arma blanca en el tórax, el cuerpo fue encontrado en la vereda Río Abajo en la madrugada del 19 de diciembre de 2016, alguien de la vereda dio aviso de su hallazgo. Marta se encontraba tranquila en su casa pensando en que su hija se había pasado de tragos y por eso no había amanecido en su casa, pero al otro día, uno de sus nietos (el mayor de todos) debido a una noticia difundida en redes sociales le avisó la muerte de Patricia su hija. Ese mismo día no pudo ser entregada porque el portero de la morgue ya iba a cerrar. No se supo quién la mató. Patricia nació el 25 de noviembre, trabajaba en una floristería, este año estaría cumpliendo 39 años, dejó dos hijos: Michell y Deiby, también una nieta de dos años (hija de su hija).

Cada que doña Marta está estresada sale y se fuma un cigarro en las escalas de su casa
A Gloria Edilma se la mató un carro cuando tenía tres años por el barrio Santana, venían de llevar el almuerzo al papá, se atravesó y como fue un golpe en el cerebro de una murió, era la que le seguía a la mayor. Su esposo Manuel Salvador García, el 22 de abril ajusta seis años de muerto, murió enfermo en su casa. Fue oficial de construcción, pero en sus últimos años de vida fue reciclador. Aún con sus muletas y sus pies cansados de caminar no dejaba de trabajar para llevar comida a su casa. Se casaron en la Catedral de Rionegro, estarían ajustando 34 años de casados este año, fue muy buen esposo nos contaba ella. Los casó el padre Jaramillo, quien ya es obispo.
La última que murió fue Mónica, fue la muerte más repentina e inesperada y no fue violenta. Un 24 de diciembre de 2020 fue la última noche que pasó en la casa de doña Marta, al 25 se fue para La Unión que era donde se encontraba viviendo y al 26 murió. Óscar, su hermano llamó a su mamá para decirle que la habían encontrado en su cama muerta, dicen que fue de un infarto.

Los 15 años de Mónica fueron en su propia casa
Toda su vida se ha dedicado a trabajar como empleada doméstica, actualmente vive con tres nietos, uno de sus hijos (Óscar), un perro y una gata que no la abandonan. Los niños son uno de Patricia y los otros dos de Mónica. Los papás de los hijos de Mónica están muertos, lo mataron en la esquina de su barrio, y al otro lo mataron en las escalas de la casa (por donde vive Marta). El papá de los niños de Patricia está vivo, pero nunca respondió por ellos, trabaja en Las Cuchillas, sí les dio el apellido. Ella vive de lo que le dan las buenas personas, “Dorita es una que me da panelita, arroz…” decía ella. Y sin embargo, ella con su mirada esperanzadora mira el cielo todos los días, anhelando ver a sus hijos, tenerlos y abrazarlos, pero con fe de que ellos desde arriba le estén dando la resiliencia que ha necesitado todos esos años.
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