La cultura ancestral no quiere morir
- orientandotemedio
- 3 may 2021
- 4 Min. de lectura
Por: Viviana Suárez Buitrago
A 40 minutos de Marinilla se encuentra ubicado un pequeño asentamiento indígena, la comunidad de los Arhuacos. Estepueblo indígena es una de las cuatro poblaciones aborígenes de la Sierra Nevada de Santa Marta, reconocida por su activa participación en los procesos de lucha por el reconocimiento de los derechos colectivos de los pueblos indígenas como por el rescate de su identidad como son la lengua, sus viviendas, su mundo ideológico y sus guías espirituales, así como su vestido y en particular la mochila, declarada símbolo cultural de la nación colombiana. Pero, ¿qué hace una comunidad ancestral en el Oriente antioqueño?

Casa madre Vereda Montañita
No es un misterio que las últimas luchas que se vienen forjando en nuestro territorio tienen que ver con la defensa y el rescate de nuestros recursos naturales, pero al parecer esos esfuerzos se hacen insuficientes cuando al mirar a nuestro alrededor nos encontramos con un panorama en el que el hombre parece ser el villano de su propio ecosistema. Se divisa no tan a lo lejos réplicas de construcciones que intentan opacar el verde de los árboles que hoy nos dan el oxígeno que nos está faltando. Paradójicamente, el deterioro natural es tan abismal que ese oxígeno que hoy nos falta es el mismo que reclamamos a gritos.
En la cosmovisión de los Ikus, como también se les conoce a los Arhuacos, las montañas son consideradas como el cuerpo de la madre, donde los ríos son las venas, los árboles y vegetación el cabello y los músculos, y los picos, la cabeza. En este sentido, el habitar en la tierra es habitar con la Madre, por lo cual, para los Ikus, su papel no es ser dueños de la naturaleza, sino protegerla.
Hace algunos años, Mario Izquierdo fue el primer integrante de esta familia arhuaca en llegar al Oriente antioqueño.

Para Mario, el planeta está enfermo, pero no puede cambiar hasta que el hombre no logre sanarse, así que más allá de la sabiduría que le fue dada de origen, decidió estudiar Licenciatura de la Madre Tierra en territorio antioqueño,conocimientos que hoy pone al servicio de la comunidad.
Mario Izquierdo - Bunkwarin Maku

Actualmente este hombre hace parte de una iniciativa impartida por un pueblo nativo, la primera Red de Medicina Tradicional y ancestral para el buen vivir en el oriente antioqueño. Dicha red esllamadaKUNSU, que en esta lengua indígena significa “diversidad de seres y conocimientos”. Con esta consolidación, los Arhuacos quieren dejar un legado de su cultura y tradición por el cuidado de nuestros recursos naturales. Su principal objetivo es transmitir su sabiduría a diversos líderes y maestros ancestrales de municipios como El Peñol, El Santuario, Encuentro Integrantes Red de Medicina
Archivo: Red de Medicina Ancestral KUNSU
El Carmen de Viboral y por último, desde su Casa Madre, ubicada en la Vereda Montañita del municipio de Marinilla.

Para los nativos, es increíble que, siendo Colombia uno de los destinos con mayor diversidad y vegetación del mundo, no se reconozca su verdadera riqueza en la medicina tradicional y ancestral, y por el contrario se obstine por alcanzar su anhelado buen vivir en la destrucción de su ecosistema, a la vez que autodestruye su dignidad por alcanzarlo.
Para la comunidad, el hombre todo lo tiene a su disposición, por ejemplo, su mayor farmacia está a su alcance y la encuentran en la provisión que la tierra les da, por eso la cura está presente en sus plantas, semillas y frutos de los árboles donde se encuentra la verdadera respuesta a las enfermedades que nos prometen curar desde la medicina de allá afuera, “la de aquella publicidad que promete milagros y lo único que logra es hacerte más dependiente del sistema y por ende, enfermarte más y más”.
Mario Izquierdo - Bunkwarin Maku
Frente a ésto, se hace un llamado por reconocer la soberanía del campo; pero para poder lograrlo, debemos detener la marcha por un segundo. Según los Arhuacos, la pandemia quizá sólo sea una excusa para escuchar los gritos ahogados de la tierra que clama en sintonía con el susurro de sus ríos, sin mencionar que el planeta está en coma como respuesta a nuestros actos, que muchas veces desde la inconsciencia, acaban con lo más sagrado que tenemos y son nuestros árboles.
Hoy, una parte de los Arhuacos están aquí, y se quedarán por un largo período de tiempo, pues sugran reto es la supervivencia cultural y poder entregarle a otros pueblos su filosofía de vida, que en realidad es más sencilla de lo que pensamos y en la cual expresan que: “se nace para saber vivir y así poder convivir en armonía con los demás”. No es más que eso, sumado a comprender que no se es superior por querer ir en contra de la naturaleza sino por volver a ella y reconocer su grandeza. Según ellos, esa es la verdadera civilización. Ahora, con respecto a esta pandemia, La madre Tierra nos mandó a pensar un rato. Es por eso que por el momento nos ha enviado a la casa de la reflexión.

Archivo: Red de Medicina Ancestral KUNSU
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