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La Ceja del tambo: Hogar animal

  • orientandotemedio
  • 26 oct 2021
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 27 oct 2021

Por: Juan Daniel Escobar


Tras haber tenido su última remodelación hace ocho años, la Administración Municipal le ofrecerá un nuevo espacio a los animales extraviados y a la fauna callejera del municipio


“La gente tiene que entender que el albergue es un lugar de paso para los animales de calle, pero no estamos dando cuenta de que muchos de los animales que llegan son animales domésticos en situación de abandono” mencionaba el entonces veterinario del Albergue Ángel Guardián Canino y Felino, Alejandro Botero tras la primera adaptación del espacio en 2013


No es momento extraño para ningún transeúnte de cualquiera de los municipios del altiplano el encontrarse con un cachorro en medio de la avenida hurgando entre las canecas o reuniéndose en manada para velar cerca de una carnicería a primera hora de la mañana. Un estudio de la Universidad de La Salle publicado por el periódico El Tiempo en 2019 reveló que en Colombia existen más de un millón de perros y gatos en las calles, comentando cómo, en ciudades densamente pobladas como Medellín y Bogotá, de cien perros con vivienda, otros treinta y ocho vagan por los andenes.


El artículo 97 de la ley 769 de 2002 establece que cada municipio debe de contar con un Coso o Albergue de animales en el que se vele por el bienestar de toda la fauna urbana del municipio. Como es debido, el Albergue Ángel Guardián Canino y Felino de La Ceja, ha ejercido esta labor de garantizar y promover el cuidado de los animales vagabundos, maltratados y extraviados desde hace aproximadamente diez años. “Viendo que los perros del albergue son perros muy maltratados, porque han estado en peleas callejeras, porque ya son viejos… Entonces, uno ve eso y se da cuenta que el humano siempre tiende a destruir especies, sea a ellos mismos o sean los otros animales. Creería yo que nosotros como seres humanos tendríamos que concientizarnos sobre eso, reconocer que estos animales también sienten.” Resalta Juan Camilo Jaramillo, estudiante de Historia de la Universidad de Antioquia y fiel voluntario de este refugio.



Los voluntarios del Albergue se prestan para labores de cuidado, promoción para la adopción y el paseo semanal de los 36 perros que se encuentran en las instalaciones

Crucialmente, si bien la Administración Municipal de La Ceja ha velado por el bienestar animal con su constante atención en forma de alimentos y personal; una parte fundamental del funcionamiento de este albergue son los voluntarios, quienes, cada domingo a las nueve de la mañana, acuden al recinto a ofrecerle la atención que estas criaturas tanto merecen. “Yo diría que es sentir empatía, porque, por ejemplo, uno se da cuenta de que los perros se quedan encerrados toda la semana ahí en su pequeña celda, porque es, literalmente, una celda muy pequeña. Claro que se les saca una vez en la mañana y se les llena la coca de comida, pero ya de resto están todo el día encerrados y a ellos les hace muchísima falta, no solo salir a respirar, sino también el calor humano que la gente les puede dar. Por ejemplo cuando uno no puede venir o no se pueden sacar por alguna cosa, uno regresa y están alborotados, peleándose, están irritados, tienen un montón de problemas…” Comenta Pablo Andrés Moreno, Ingeniero Automotriz y uno de los voluntarios más longevos del refugio.


En consideración a esta situación, y tras haberse vendido el terreno donde se ubica actualmente el albergue en razón de un proyecto de vivienda, la Subsecretaría de Ambiente ha comenzado la planeación de un nuevo centro de bienestar animal que buscará, no solo mejorar la atención y el espacio que se le brinda a la fauna callejera y extraviada de La Ceja, sino también, expandir el campo de acción de este organismo de protección, para dirigir su atención tanto a la fauna doméstica en situación vulnerable, como también a la fauna silvestre que se ha visto afectada por la actividad humana. “En el momento se están mirando las alternativas para hacer un traslado oportuno [a un lugar] que tenga buena accesibilidad y los servicios de luz y agua” expresa el Subsecretario de Ambiente Juan Guillermo Restrepo en una entrevista para MiOriente, comentando también que para mayo del presente año, el proyecto, que se ubicará en el kilómetro 2 de la vía La Ceja-Rionegro, ya tenía un progreso del 35% de construcción.



“Yo empecé a venir al voluntariado por una amiga que me había invitado, así me lo pasé el primer mes… y ahora soy el voluntario más viejo desde entonces” cuenta Pablo Andrés Moreno, voluntario

Según datos del medio regional Oriéntese, en sintonía con los datos publicados por el Secretario de Infraestructura de La Ceja, Luis Fernando Suárez en testimonio para Mundo Más Noticias, el nuevo Centro de Bienestar Animal contará con espacio para treinta perros y veinte gatos, además de la posibilidad de proveerles beneficios sanitarios y veterinarios como quirófano, gatera y zonas de hospitalización. Los datos comparados comprenden que se tiene estipulada una suma de 797 millones de pesos para la construcción de este nuevo y mejorado recinto que busca servir para la protección integral de los animales que más lo necesitan.




El proyecto será entregado a finales del presente año, y hasta entonces, los miembros del voluntariado del Albergue Ángel Guardián Canino y Felino animan a la población del municipio a adoptar a los animales que aguardan tras las rejas por una mirada afable que les ofrezca calor, afecto y un hogar; además, invitan a cualquier interesado a acercarse al actual lote de Villa Carmelita, los domingos a las nueve de la mañana para unirse al voluntariado del refugio. “Yo creo que hay una diferencia entre la persona que hace voluntariado y la persona a la que le están pagando. La persona voluntaria es esa persona que lo hace desde el amor, desde los sentimientos, entonces nosotros los voluntarios lo hacemos porque queremos y esas cosas hechas con un poquito más te amor, por supuesto, requieren un poquito más de trabajo y es un trabajo que estamos dispuestos a realizar, cosa que no creería que podría suceder con un empleado que simplemente fue forzado a realizar una función.” Declara en exhortación el voluntario Juan Camilo Jaramillo.


 
 
 

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