Hombre a la intemperie

Soy el hombre a la intemperie

Nacido entre montañas verdes

Creadas por un dios con regocijo en primavera

Nacido en el edén de ensueños, de leyendas y bonanza

Donde anida entre muchos hombres vuestra última esperanza

Soy el hombre a la intemperie

que recorre descalzo por los suelos de una tierra firme

en donde crecen árboles de frutos verdes, amarillos, naranjas

y se aprecian bosques húmedos y anchos campos

iluminados por rayos matutinos del sol

que con su aura lumbre en la extensión derraman.

Desde niño el trabajo aprendí

asumí como gran virtud labrar la tierra

y cosechar la intrépida ilusión de la armonía

inspirado por el canto de las aves de madrugada

que desechan todo instinto de agonía

Es enaltecido el triunfo de la fortuna

pues es tierra de gente generosa

vestida con carriel y ruana

o carga pala o carga tiple a su espalda

Ningún bambuco a mi guitarra falta

en días de arreboles me pongo la alpargata

y cargo en el bolsillo una media de aguardiente

para cantar si quiero, bajo el júbilo de un cielo incandescente

Soy el hombre a la intemperie

me gusta andar descalzo por la hierba

cobijarme con el manto de la neblina

y observar el verde de las montañas

Aprecio las garzas al pie de lo pantanos

y me permito el arrullo del río que piedras lleva

Nací en el Oriente Antioqueño

donde no existe hombre de corazón pequeño

Mas sí está cobijado por su vieja ruana...