Comunidad de la vereda Tafetanes en Granada, muestra de resiliencia
- orientandotemedio
- 23 sept 2021
- 3 Min. de lectura
Por: María Kamila Rendón Salazar

El Oriente Antioqueño fue una de las zonas más afectadas del país por el conflicto armado en Colombia, aun cuando en este texto se mencionan
algunas cifras y datos acerca de la violencia tan fuerte que se vivió durante varios años, de manera informativa y a modo de contextualización, no es el tema principal de este escrito pues, lo que realmente se pretende al contar esta historia, es hacer un reconocimiento a la resiliencia, fortaleza y ganas por salir adelante de una comunidad perteneciente al municipio más golpeado por la violencia en nuestra región, estamos hablando de Granada, también conocido como “Pueblo de Plazas”, este municipio está rodeado de grandes montañas, su clima es frío y está ubicado a 66 km de la ciudad de Medellín.
Aunque no se sabe con exactitud la cifra veraz y correcta de las víctimas que dejó el conflicto armado en Granada, Antioquia, las cifras que se conocen son aterradoras y permiten ver el golpe tan fuerte que dio la guerra en este municipio:
460 personas asesinadas selectivamente.
2.992 desaparecidas forzadamente.
59 muertos durante 10 masacres.
98 víctimas de secuestro.
50 víctimas de violencia sexual.
Cifras escandalosas, dolorosas para todo un pueblo que hoy en día trata de superar los estragos de la guerra, un gran ejemplo de resiliencia lo encontramos en la comunidad de la vereda Tafetanes en Granada, ubicada a unos 35 minutos del pueblo, en esta colectividad trabajan arduamente día a día para salir adelante y superar poco a poco los recuerdos traumáticos que deja una guerra pasada pero presente en cada familia víctima de ella.
Ahora estas familias viven de cultivar, cosechar y producir alimentos cómo el frijol, la caña, el tomate, la arveja, el aguacate y el maíz, productos en lo que encuentran ahora su sustento diario para quienes los producen y varias familias de la vereda; la relación que establecen las personas de esta comunidad con la naturaleza es primordial para el trabajo arduo de la tierra.

“El trabajo es duro, niña, bastante, pero muy gratificante” comenta Don Lorenzo, quien es un líder social de esta vereda y trabaja en los diferentes cultivos de la zona.
La capacidad que ha creado esta población de formar a su comunidad en las distintas tareas y labores diarias es apropiada y duradera para que transcurra de generación en generación y sus jóvenes se establezcan en este territorio pues se le inculca un fuerte arraigo por este y reivindican su autonomía.
Por este motivo los padres les enseñan a sus hijos, desde pequeños la importancia que el trabajo en el campo trae para todos tanto dentro como fuera de la comunidad, les enseñan el valor de la cultura propia y a defender su identidad, pues este trabajo lo hacen es lo que los identifica desde hace muchos años y les ha ayudado a superarse tanto individual como colectivamente, es la herencia que se les deja a los hijos.

Las botas de caucho son un elemento icónico y representativo para todos los habitantes de la vereda Tafetanes, todos aquí las portan con orgullo: niños, jóvenes, adultos y también personas de la tercera edad.

Es de reconocer y de admirar el calor humano y la atención con la que te reciben en esta comunidad; allí las personas te hacen sentir parte de ella, además no puede faltar un buen sancocho, un delicioso guarapo y un gran partido de fútbol para terminar un domingo en familia y en comunidad.
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