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Cantante por accidente: Katherine Herrera maestra del Coro Mixto de El Santuario

  • orientandotemedio
  • 1 abr 2022
  • 3 Min. de lectura

Por: Laura Paulina Giraldo Pineda


(Las imágenes utilizadas en este texto son fotografías archivo de la casa de la cultura de El Santuario)


Con 18 años Katherine Herrera se enfrentó a un salón de clase, pues, había sido contratada en la casa de la cultura de El Santuario como profesora de canto. Desde ese momento, comenzó un sueño. Ser maestra y corista pinta de colores su vida, los matices de su pasión con su ocupación se han encargado de darle sentido a la cotidianidad. En la actualidad, se le reconoce como la cofundadora del coro mixto de El Santuario, Antioquia.


Sonidos, silencios, armonías y contrastes. Esto es lo que rodea a Katherine Herrera en la cotidianidad de su vida. Su melena lisa y oscura, la sonrisa de oreja a oreja y sus ojos brillantes la caracterizan en El Santuario, pues, es ella la maestra de los niños amantes al canto. “La música llena mi vida, con ella puedo viajar, conocer, aprender a trabajar en equipo y se ha convertido en la excusa perfecta para compartir con la gente que quiero” menciona Katherine, cantante y maestra de Coro Mixto de El Santuario.

  • Kathe, cuéntame, ¿qué tal ha sido el trabajo con el coro de El Santuario? – le pregunto con entusiasmo.

  • Empecé a trabajar con el coro desde el 2014 y ha sido un proceso muy bonito, de crecimiento. Cuando uno es profesor, realmente aprende el doble que los estudiantes. Desde ahí empezamos a crear este proyecto coral, del que soy la cofundadora, explica la mujer de tez morena y voz melodiosa.

A los 8 años la cofundadora del coro de El Santuario tuvo su primer acercamiento con la música, gracias a su padre José Herrera. Él es un apasionado por comprar instrumentos musicales. Una tarde llegó José con una organeta:

  • Por Dios, más gastos innecesarios – expresa Doña Margarita, madre de Katherine.

  • No, este es un regalo que quería la niña – dice entre los dientes Don José, además, le susurra a Katherine que si dice que sí le iba a regalar la Barbie que estaba de moda.

Es ahí cuando Katherine comienza su proceso con el piano y queda enamorada de este. Se presentó a la Universidad Eafit en el 2012 e hizo tres niveles de piano clásico. El maestro de canto complementario le insistía que presentará el examen de admisión a canto, pues, ella tenía una voz muy bonita. De tanta insistencia, la corista decide hacerlo. Aunque ella no lo hizo porque creía en sus aptitudes, sino, para que su maestro dejara de insistir. En 2013 es aceptada a la carrera de canto lírico, y por eso se denomina cantante por accidente.


Su proyecto, Coro Mixto El Santuario

“El proceso de los coros de El Santuario ha sido muy bonito. Iniciamos siendo 50 personas y en este momento somos 120 estudiantes, con seis agrupaciones corales: dos coro de proyección, uno infantil y un coro mixto, además, tenemos un semillero infantil, uno juvenil y un semillero mixto”, explica la cantante con alegría. El coro mixto ha tenido la oportunidad de participar de diversos festivales: el festival de música religiosa de Marinilla, Sonsón, Santa Fé de Antioquia y Rionegro. En Antioquia le canta a Colombia, entre otros conciertos en alianzas de agrupaciones con procesos hermanos.


Del proceso con el coro, Katherine recuerda sus primeros días de clase. Ella tenía 18 años y no sabía a qué se enfrentaba. “Llegué a clase y pedí que cantaran una nota. Ninguna persona afinó, no tenían ni idea de lo que estaban haciendo” narra Katherine. En ese momento ella se preocupó y se replanteó la forma en la que estaba enseñando. Pues, Herrera tuvo un ataque de realidad, como ella lo menciona. Con calma inicio a formar desde cero. “De esto, aprendí que todos los seres humanos pueden aprender a afinar la voz, mejor dicho, el porcentaje que no es muy pequeño. En todo este tiempo solo he tenido una estudiante que nunca aprendió afinar” aclara la corista.


A Katherine han llegado personas sin conocimientos en la música, pero con muchos sueños, y es ella quien los encamina para cumplirlos. Cuenta con una estudiante, que actualmente cursa el décimo semestre de canto lírico, “realmente ella no tenía desarrollado el oído y cantaba muy desafinado. Yo dije: si esta mujer queda en manos de otra persona le dicen que no estudie, porque no sirve para eso. Y yo le dije: luche por sus sueños. Para mí, ella es una evidencia de que el ser humano es su propio limitante” explica, Herrera, actual maestra de coro de la casa de la cultura de El Santuario.


 
 
 

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